¿Será que sí hay dos tipos de inteligencia en individuos del género masculino?
A ver:
Un primer tipo —la mayoría de los varones— sería aquel con inteligencia promedio, que le alcanza para vivir bien y para tomar decisiones acertadas en la mayoría de los casos: qué comprar; con quién y con quién no involucrarse; percibir cómo otro se estaría aprovechando indebidamente de él; defenderse en el día a día, etc. Esta inteligencia también le resulta útil para guiarse en las ciudades de otros países, en los aeropuertos, descubrir promociones y manejar aparatos en general. Lo sencillo y no extraordinario de esta inteligencia hace que este varón no se agite más de la cuenta. Es siempre un individuo promedio que tiene los logros que son promedio y vive lo que la mayoría vive.
Un segundo tipo —la minoría de los varones— sería aquel con una inteligencia superior, que casi siempre le permite brillar en asuntos intelectuales y aprehender la realidad; por supuesto, le permite, además, mucho de todo lo anterior, pero, paradójicamente, le impide alcanzar y vivir ciertas situaciones promedio que constituyen la vida “normal” de la mayoría de sus congéneres; como consecuencia llega a ser de alguna manera un excéntrico o raro; no ha logrado lo mismo que ellos. No es del montón, pero eso mismo hace que parezca extraño. Su propia agudeza también lo inquieta más. Al final, quizás, su inteligencia, o bien lo enredará indefinidamente, o bien le permitirá salir finalmente de la maraña existencial.
Algo parecido ocurre con el dinero y ciertas personas:
Personas con mucho dinero que en efecto no son felices.
Personas con poco dinero que se acercan mucho a serlo.
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