“El laberíntico y extraviado curso de la vida”.
Claro.
El error está en creer que en razón de que hay cierto orden que se ha seguido y en el que se ha participado porque es lo que indica la Naturaleza, entonces todo lo que puede estar relacionado con ese orden tiene que también seguir una secuencia rígida, cuando, en verdad, ese no es el caso.
Claro que hay un nacimiento, luego el colegio y, después, la universidad. Pero hay otros eventos propios de la naturaleza y la condición humana que no siguen un orden matemático o en forma de consecuencia, y no deben hacerlo tampoco. Creer erróneamente que así es, puede ser causa de infelicidad y de hecho lo es.
El que es ordenado, desde el punto de vista mental y físico, quizás sea el que, paradójicamente, termina siendo el menos ordenado y predecible en lo atinente a esas etapas de la vida. El que menos pretende ser excéntrico resulta siendo el más excéntrico de todos.
P.D. Aunque la Naturaleza también indica que aun cuando hay un orden de etapas, por ejemplo, no se puede morir sin haber nacido, hay unos que mueren jóvenes y otros que mueren viejos. No hay “orden”.
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