Creo que fue en 2009 o 2010 que ojeé un ejemplar de la revista estadounidense Esquire y leí una entrevista que daba el actor Robert Redford en la que con razón afirmaba que la vida es "esencialmente triste", que las alegrías son esporádicas, y que uno debe sacarles (y a la vida también) el máximo jugo. Esa entrevista la referí en estas páginas en esos años.
Resumió el actor en sus propias palabras lo que ya ha sido identificado hace miles de años.
Yo sé que el catolicismo tiene las respuestas y los remedios, por supuesto.
Ah…
En fin.
No importa que tal persona sea joven, que haga ejercicio, que se haya alimentado bien. Muere; en cualquier momento.
Como dice mi profesor de filosofía: “la ironía de los hechos”. Es decir, la injusticia intrínseca de la vida frente a lo cual, como él lo dice en otro apartado, no debe uno más que pedirle misericordia a Dios.
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