Misterios

Entonces tenemos los misterios: lo que no podemos entender. La razón no nos alcanza.

Otro aspecto de la realidad humana con el que tenemos que lidiar diariamente es el misterio que el mismo ser humano representa para sí mismo y para otros (otro asunto es la proclividad de nuestros espíritus y mentes a la injusticia, al error, a la mentira). Es imposible pensar que en la vida todo estará perfectamente claro, no solo respecto de uno mismo, sino también respecto de las palabras y actos de los demás, o bien porque hay cosas que no pueden explicarse, o bien porque estas se ocultan deliberadamente en una escogencia o buena o mala. Que esto sea deshonestidad o prudencia y cuál es la línea divisoria entre ello es algo que vale la pena estudiar e investigar a la luz de la filosofía moral.

La vida propiamente dicha es un misterio porque así ha sido concebida por Dios y porque el ser humano no puede conocer la verdad de todo. Además de ello, conlleva los misterios metafísicos.

Creo que no hay otra opción que siempre pedirle a Dios, humildad y luz.