Una de las ironías más fuertes en la vida humana sí es que la muerte a muchos nos entristezca. Esto es el resultado de todos nuestros apegos, el principal que es a la vida. Es como inhumano no entristecerse cuando uno piensa en la muerte propia o en la de un ser querido, o cuando de hecho uno la afronta. Sin embargo, me parece que uno se entristece más por uno mismo que por el que se va. Y no debería ser así si realmente uno tuviera fe. Porque el ser que se fue pasa a una vida feliz.
Quizás esta contradicción, ironía o debilidad humanas sea insuperable y lo verdaderamente humano sea ponerse muy triste y llorar y llorar.
Comments