1) ¿Por qué los de aquí y lo de aquí, desde aquí, se ven (o parecen) tan grandes y sustanciales, sin ser al mismo tiempo o, nunca, fatuos, y los de allí y lo de allí tan insustancial o tan pequeño?
Siempre es como mirar de arriba hacia abajo, pero los que miran desde arriba, dada su fortaleza, grandeza, poder y importancia, ni se percatan ni se dan cuenta de que los de abajo existen, y si lo hacen, pues no se detienen mucho en la observación por lo inútil que es el ejercicio. No les reporta mucho.
Miremos lo de adentro, desde afuera y así notaremos más claramente su vacío o pequeñez.
Ah. Me acuerdo de mi reflexión adolescente de 1995: acá se cree grande, pero vaya allá, a ver qué es (realmente).
1.1 No es que aquel sea equivalente a la virtud, pero de alguna manera condensa lo excelente y tiende a confundirse con lo virtuoso (a veces se siente uno en el ámbito espacial de la virtud) y él es como el hermano mayor o el ejemplo a seguir o el más fuerte o el que sabe cómo es la cosa; el resto, es pequeño y no tiene otra opción que seguirlo.
2) Empezar desde cero. ¡Idea siempre atractiva!
3) Como si fuera el último día, y qué tal, simplemente, no preocuparse...
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