Notas

1. Figura de manera preponderante en la lista de males de Colombia su pésima administración pública en todos los niveles. Casi todos los que están ahí, dizque administrando (o gobernando), empezando por el señor que tiene investidura de presidente, no tienen idea de cómo administrar ni siquiera su propia mesa de noche.

2. Que tal persona tiene tal objeto o ha leído tal libro que otros no o conoce cómo manejar tal aparato o sabe cómo hacer eficientemente tal cosa o se orienta en tal o cual ciudad o aeropuerto o domina algo que aparentemente los otros no o en cierto nivel es “más”. Qué importa. Eso es solo reflejo de una inteligencia apenas necesaria. Como parece sugerirlo NGD, la verdadera inteligencia, el verdadero saber, son los que se inspiran en los monasterios de las montañas más altas. Ojalá de vez en cuando participáramos verdaderamente de esto.