Notas

1. En mi país, Colombia, creo que lo más edificante que se puede decir de todos sus periódicos es que, simplemente, son malos.

2. ¿Seremos igual de piadosos cuando llegue la tragedia, el dolor, la contradicción? Veremos.

3. Claro. Que todo (esto) puede acabar en cualquier momento.

4. Que sí, que (gran) parte de vivir conlleva la presencia de la contrariedad y de la contradicción ilógica; supone también el que estemos mandados a callar así queramos gritar, y a tragarnos varios sapos con todo lo desagradable que ello implica. Pensemos en la vida de Jesús. Pensemos en aquellos que sí sufren. Recordemos que nuestra libertad es esencialmente negativa.