top of page

Nuestra realidad y Jesús

1. Haber tenido una vida perfecta como la de Jesús, no haber pecado. Solo de Jesús puede ello predicarse. Del resto de mortales como uno, imposible.


2. La vida del resto de seres humanos: crecemos con infinidad de errores, con manifestaciones biológicas desagradables o indeseables (como lo anota Kempis), con actitudes marcadas por el egoísmo o, en general, por el error. ¿Cómo nos vamos perfeccionando? Hemos cometido muchos errores. Hemos tenido todas las manifestaciones “desagradables” de nuestra humanidad en nuestro cuerpo y en nuestras actitudes, hemos exhibido todos los desórdenes, etc. Hemos sido imperfectos en extremo. Parece que Dios quiere que crezcamos a partir de esas imperfecciones (aparte de aprender a soportarnos los unos a los otros sobre la base de las diferentes perspectivas, gustos, visiones, opiniones, idiomas, etc.). La vida profesional misma también ha estado llena de errores.


Tener o haber tenido una vida libre de errores parece imposible, pero poco a poco parecerse a Jesús y ser como Jesús no es imposible, esto a pesar de nuestro pasado tan imperfecto y lleno de errores y falta de limpieza.


Vida en la Tierra como una evolución continua, un aprender, un errar y pecar continuos. No somos perfectos (no hemos sido perfectos) ni hemos hecho cosas perfectas, nunca. A lo más que podemos aspirar cada día es a tratar de parecernos a Jesús. ¡Pero somos fundamentalmente imperfectos y pecadores! Solo Jesús nos guía y nos toma de la mano guiándonos porque somos ciegos. Nunca vemos bien. Solo Jesús nos ayuda a ver bien.


La pregunta, sin embargo, es ¿qué es ‘perfección’ para Dios? Seguramente lo que humanamente se entiende como ‘perfección’ no es lo que Dios entiende como ‘perfección’. En todo caso, esto es indiscutible: que somos y hemos sido pecadores; que estamos y hemos estado llenos de errores y equivocaciones aquí en la Tierra.


Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que el “orden” humano no es el mismo “orden” de Dios. La lógica humana evidentemente no es la lógica de Dios.


Bình luận


bottom of page