En este espacio y en esta existencia tan reducida e ínfima, por supuesto que todos los seres humanos tienen derecho a su momento de felicidad y tienen derecho a disfrutar sus logros, sus hazañas, sus actos de bondad, sus virtudes y sus éxitos.
Comparemos esto con la trascendencia metafísica y con nuestras limitaciones temporales, y más claramente podremos apreciar que así es y debe ser.
Que todas las personas tienen el derecho, el espacio y la oportunidad del logro, y que tienen derecho a estar alegres y orgullosas por ello.
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